Cristalización – la prueba reina: La cristalización es un proceso natural que le ocurre a la miel de abeja pura sin importar su procedencia u origen. Los diferentes tipos de miel tardan más o menos tiempo en cristalizarse. Esto depende de su composición de azúcares (fructosa y glucosa), y del ambiente en que se almacene. Por ejemplo, en climas más fríos la miel de abejas se cristaliza en menos tiempo. Podemos verificar que la miel está empezando su proceso de cristalización cuando se empiezan a formar agrupaciones de moléculas, similares a las de azúcar granulada. Eventualmente, todo el recipiente adquiere un color y textura diferente, más parecido a un sólido o a una crema de alta viscosidad.

Si has adquirido una miel de abejas que no se cristaliza después de cierto tiempo (el periodo normal de cristalización es entre 3 semanas y 2 meses), o si alguien te vende miel garantizando que no se cristaliza, puedes sospechar que no están vendiendo miel de abejas 100% pura. Incluso, si prefieres salir de tus dudas rápidamente, puedes guardar tu miel en la nevera o refrigerador para acelerar el proceso de cristalización.

Si no te gusta utilizar tu miel en su forma cristalizada, puedes calentarla en agua (baño de maría) hasta que la miel regrese a su estado líquido. Lo bueno es que, si compras tu miel en Caoba Miel, siempre tendrás una botellas de vidrio que facilite el proceso.

  1. Otras pruebas para saber si tienes miel de abejas pura:
  • Prueba de agua: Sumerge una cucharada de miel en un poco de agua fría (1/4 de tasa aprox.). Si la miel se disuelve fácil y rápidamente, es posible que no sea miel 100% pura. La miel pura no debe disolverse en agua fría al menos de que la revuelvas. 

 

  • Prueba de fuego: Literalmente, de fuego. Intenta quemar la miel con un fósforo o un encendedor. El alto contenido de azúcares en la miel pura hace que esta combustione, parecido a una vela. Con la miel pura, verás humo negro, producto de la combustión. Si la miel está rendida con agua, apagará la llama inmediatamente.
  • Prueba de vinagre: Mezcla ¼ de una tasa de miel de abejas con ¼ de una tasa de agua. Agrega a la mezcla cinco (5) gotas de vinagre y revuelve. Si la sustancia se torna espumosa, la miel posiblemente ha sido adulterada con yeso.
  • Prueba de yodo (Isodine): Mezcla la miel con agua, y agrega unas gotas de yodo. Si al mezclar, la sustancia adquiere un color azul, la miel ha sido seguramente adulterada con algún tipo de harina o compuesto semejante.
  • Prueba del pan: Si tienes un pedazo de paz duro y viejo, sumérgelo en la miel. Si al cabo de unos minutos el pan se ha humedecido y ablandado, tu miel puede haber sido adulterada con agua.
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